Una celebración muy modesta
Hoy es el día de mi Santo
y no por ello estoy nervioso,
pues en mi paseo durante algún breve canto
con los amigos estuve enormemente gracioso.
Cuando regresé a la casa
y después de desayunar
recibí la primera felicitación de una amiga y de mi mujer
que tan bien me acoge cuando se está cerca del mar.
Tengo la seguridad
que mis amistades de Almería
llamarán para desearme mucha felicidad
y recomendando mucho cuidado con mis correrías.
(Francisco Alonso. 4-10-2005)
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